Arte y cultura 

Tesoros ocultos

Auténticas joyas por su valor monumental y poco conocidas para la mayoría de los turistas que visitan Extremadura. Desde dólmenes a castillos e iglesias.

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Patrimonio histórico

Auténticas joyas por su valor monumental y poco conocidas para la mayoría de los turistas que visitan Extremadura. Desde dólmenes a castillos e iglesias.

Dólmenes, yacimientos arqueológicos, construcciones romanas, edificios religiosos, castillos y pueblos que nos hablan de la historia de la Humanidad.

Conjunto megalítico de Valencia de Alcántara. Formado por 41 dólmenes datados en el Neolítico y el Calcolítico o Edad del Cobre, es decir, entre el IV y el III milenio antes de Cristo. Es uno de los conjuntos dolménicos más importantes de Europa. Existen varias rutas señalizadas para visitar estos monumentos funerarios construidos, en su gran mayoría, con grandes bloques de granito.

Yacimiento arqueológico de Cancho Roano (Zalamea de la Serena). Palacio-santuario de origen tartésico, del siglo V a. C., en el que se han encontrado diversos objetos de culto y abalorios. Consta de tres edificios. Es recomendable visitar el Centro de Interpretación para conocer el contexto histórico y la importancia del yacimiento, considerado el más importante de Extremadura y el conjunto tartésico mejor conservado de España.

Teatro romano de Regina (Casas de Reina). La construcción más significativa de la antigua ciudad de Regina Turdulorum. Dos mil años después de su fundación, cada verano sigue acogiendo obras del Festival de Teatro de Regina y del Festival de Teatro Clásico de Mérida.

Teatro romano de Medellín. Símbolo de la antigua Metellinum, se conserva en buen estado y es también escenario del Festival de Mérida. Se sitúa en un cerro, entre el castillo y la iglesia de Santiago, convertida en el Centro de Interpretación del Parque Arqueológico de Medellín.

Teatro de Medellín

Arco romano de Cáparra (Oliva de Plasencia). El único cuadrifronte (de cuatro lados) de España, localizado en la ciudad romana de Cáparra, en plena Vía de la Plata. Los peregrinos lo atraviesan en su viaje a Santiago de Compostela y, al igual que Regina y Medellín, es escenario del Festival de Teatro de Mérida.

Termas romanas de Alange. Forman parte del conjunto arqueológico emeritense, declarado Patrimonio Mundial en 1993. Su fundación se remonta al siglo III. Están integradas en un balneario, a unos 25 km de la capital extremeña.

Basílica de Santa Lucía del Trampal (Alcuéscar). Del siglo VII, es la única iglesia visigoda que permanece en pie en la mitad sur de España. Destaca la complejidad de su planta, con tres naves separadas por arquerías, un pequeño coro, crucero y cabecera en tridente (tres capillas independientes).

Monasterio de Tentudía (Calera de León). Ubicado en el punto más alto de la provincia de Badajoz (Cerro de Tentudía, a 1.100 metros de altitud), fue sede de la Orden de Santiago. Construido entre los siglos XIII y XVI, es uno de los más hermosos exponentes del arte mudéjar español.

Monasterio de Tentudía

Iglesia de San Nicolás (Plasencia). Construida en el siglo XIII, es una de las primeras iglesias de la ciudad. Está situada en la Plaza de San Nicolás, muy cerca de la Plaza Mayor y de las catedrales. Con un estilo inicial románico tardío, la remodelación llevada a cabo en el s. XV le concedió su aspecto gótico actual, aunque conserva elementos románicos destacables como el campanario, las portadas meridional y septentrional (principal) y una bella pila bautismal.

Castillo de Belvís de Monroy. Imponente fortaleza erigida en el s. XIV. Se divide en tres recintos bien diferenciados: la muralla con torreones defensivos, el castillo y las torres que delimitan su perímetro. La galería de la fachada sur, el pozo del Moro, el foso de cinco metros de anchura y las torres son los elementos más apreciados.

Castillo de Feria. Impresionante construcción cuya torre del homenaje, de planta cuadrada y ángulos redondeados, es un bello ejemplo de arquitectura gótica militar. Data de mediados del s. XV. En el interior de la torre se encuentra el Museo del Señorío de Feria.

Granadilla (Zarza de Granadilla). Este pueblo medieval, condenado a desaparecer en los años sesenta por la construcción del embalse de Gabriel y Galán, vive un proceso de rehabilitación para recuperar su esplendor. Vale la pena ver sus murallas almohades (Granadilla fue fundada en el s. IX por los musulmanes), el castillo, la Plaza Mayor y la iglesia parroquial, del s. XVI.

Granadilla

Convento El Palancar (Pedroso de Acim). Considerado el más pequeño del mundo, de tan solo 72 m2 de planta. Fue fundado en 1557 por San Pedro de Alcántara, hombre muy austero que ensalzó la pobreza y la sobriedad. “El Conventico”, como se le conoce, es un lugar de peregrinación y retiro, rodeado de naturaleza.

Ermita del Ara (Fuente del Arco). A esta maravilla del mudéjar, construida a finales del s. XIV, se le llama “la Capilla Sixtina de Extremadura” por los magníficos frescos del s. XVII pintados en su bóveda. Son 26 escenas del Génesis. La belleza de esta ermita no está solo en el interior, ya que fuera destacan su arquería mudéjar y su espadaña.

Iglesia de la Magdalena (Olivenza). Excepcional obra del estilo manuelino portugués, con elementos marineros, como columnas torneadas que parecen cuerdas de barcos, decoración naturalista y azulejos. Fue mandada construir en el s. XVI como templo y lugar de residencia de los obispos de Ceuta, cuando esta ciudad del norte de África pertenecía a Portugal.

Cristo de la Victoria (Serradilla). Imagen de tamaño natural, tallada en 1630, que se encuentra en el retablo mayor de la iglesia del convento de las Agustinas Recoletas. Es, desde hace siglos, un importante lugar de peregrinación, situado en el corazón del Parque Nacional de Monfragüe. Se trata de una de las imágenes más relevantes del patrimonio religioso extremeño.

Cristo de Serradilla

El Sagrado Mantel de Coria. Esta reliquia, considerada una de las más importantes de la cristiandad, se encuentra en el Museo de la Catedral de Coria. La tradición cuenta que fue utilizado en la Última Cena de Jesucristo con los doce apóstoles. El Sagrado Mantel ha sido objeto de investigaciones por parte de científicos nacionales e internacionales, entre ellos, John Jackson, de EEUU, que cree que en la Última Cena hubo dos manteles: la pieza de Coria y la Sábana Santa de Turín, que se hicieron a la vez y se colocaron uno sobre otro en la mesa.

Ruinas romanas de Augustóbriga (Bohonal de la Sierra). Formaban parte del municipio romano de Augustóbriga, a orillas del Tajo, lugar que dio origen al pueblo de Talavera la Vieja. Esta localidad desapareció con la construcción del embalse de Valdecañas, en la década de 1960, y se decidió trasladar a Bohonal de Ibor, piedra a piedra, los restos de un templo romano, conocido como “Los Mármoles”. A unos metros hay tres columnas de otro templo.

Castillo de Trevejo (Villamiel). Imagen icónica de la Sierra de Gata, fue construido por los árabes en el s. XII y perteneció a varias órdenes militares, entre ellas, la de Alcántara, de gran importancia en Extremadura. Fue destruido por las tropas napoleónicas durante la Guerra de la Independencia para evitar que fuese refugio de guerrilleros. A pesar de su deterioro, es de obligada visita por su belleza y sus vistas panorámicas.  

Castillo de Mirabel. Lo que queda de esta fortaleza corresponde a la remodelación hecha en el s. XV por los Señores de Mirabel. Entre sus muros pueden apreciarse todavía varios aljibes, almacenes y habitaciones de un castillo que ocupó un lugar estratégico. Su origen se remonta a la época de Alfonso VIII, en el siglo XII. Desde esta atalaya, en lo más alto de la Peña del Acero, hay unas vistas espectaculares de la Reserva de la Biosfera de Monfragüe.

Ruinas de Augustóbriga

Plaza Mayor de Garrovillas de Alconétar. Con sus 4.000 m2, es una de las catorce plazas de mayor tamaño de España. Su conjunto arquitectónico, en el que destacan las casas con soportales y ventanas en arcos de medio punto, constituye uno de los mejores ejemplos de arquitectura rural de la baja Edad Media.

La Torre del Alfiler (Trujillo). Uno de los edificios más singulares del centro histórico trujillano. Debe su nombre a una varilla metálica clavada en su cimborrio. Formaba parte de la alcazaba en la época musulmana y en el s. XVI se reconvirtió en la torre de homenaje del palacio de Chaves-Cárdenas. Alberga el Centro de Interpretación de la Historia de Trujillo.

Castillo de Luna (Alburquerque). Impresionante fortaleza medieval, una de las mejor conservadas de España. Debido a su cercanía a la frontera con Portugal, tuvo un gran valor estratégico durante siglos. Se le llama así por Álvaro de Luna, maestre de la Orden de Santiago y condestable de Castilla, que a mediados del s. XV construyó algunos de sus elementos más importantes, como la torre del homenaje.

Castillo de Puebla de Alcocer. Uno de los monumentos más bellos de La Siberia, Reserva de la Biosfera de la Unesco. Construido en el s. XIII, sufrió varias remodelaciones, como la realizada en el s. XV, que le dio el aspecto que conserva en la actualidad. En esta fortaleza de aspecto compacto y cerrado, debido a sus muros elevados y gruesos, destaca la torre de homenaje, de forma cilíndrica. Es un excelente mirador para disfrutar de las llanuras de La Siberia y del embalse de La Serena.

Castillo de Luna

Pósito de Hornachos. Este pueblo de Badajoz fue uno de los últimos reductos moriscos de la Península Ibérica. De la época mudéjar procede este almacén de grano, hoy en día uno de los edificios más emblemáticos de Hornachos. En su interior se ubica el Centro de Interpretación de la Cultura Morisca.

Conventual de San Benito (Alcántara). Los Reyes Católicos aprobaron su construcción en 1495. Declarado Monumento Nacional en 1914, es el principal edificio religioso de la villa y fue la última casa matriz de los caballeros de la Orden de Alcántara. Estaba formado por una hospedería, la iglesia y el convento. La iglesia, que no llegó a terminarse, está dedicada a la Inmaculada Concepción. Conserva un hermoso claustro gótico y una fachada exterior renacentista, conocida como la Galería de Carlos V. Es el escenario del Festival de Teatro Clásico de Alcántara, que se celebra en verano.

Alquería El Gasco (Nuñomoral). Este pueblo de Las Hurdes conserva casas de arquitectura popular y sorprende con dos lugares de visita obligada: el impresionante Chorro de la Meancera y el enigmático Volcán del Gasco, Lugar de Interés Científico (LIC). Aquí se encuentran unas rocas fundidas que en un primer momento se pensó que eran parte de un volcán pero que estudios más recientes aseguran que son las consecuencias del impacto de un meteorito.

Dolmen de Lácara (La Nava de Santiago). Localizado en plena dehesa, este monumento megalítico funerario sorprende por sus dimensiones. De hecho, es uno de los más grandes y mejor conservados de España. Data de finales del Neolítico (4.000-3.000 a.C.) y es Monumento Nacional desde 1931. Puede apreciarse un corredor de unos veinte metros cuya función era dar acceso a la cámara funeraria, formada por cinco piedras de más de cinco metros de altura.

Dolmen de Lácara

Guía de Tesoros ocultos

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